Las ruinas de los lujosos spas y sanatorios soviéticos

La utopía soviética: enviar a los ciudadanos del estado que trabajaban duro a unas vacaciones de salud a uno de los muchos sanatorios del imperio. Originalmente concebido en la década de 1920, estos sanatorios de la URSS, ofrecían una combinación de beneficios médicos y de salud junto con baños termales y spas. Estas instalaciones estuvieron una vez entre los edificios más innovadores de esa era. 

Las vacaciones se reservaban a través de un sistema de cupones financiado por el estado. Los invitados a los sanatorios eran monitoreados cuidadosamente por profesionales de la salud durante su estancia. El trabajador soviético regresaba a casa con una fuerza renovada, en buena salud y lleno de energía.

Arcos monumentales adornan esta galería de tratamiento al aire libre. Tskaltubo, Georgia.

Es 2018 y estos sanatorios se convirtieron en curiosas reliquias de la antigua URSS. Muchos de ellos están abandonados. Ya no sirven para otro fin que no sean vestigios de otra época.

Para esta serie, Reginald Van de Velde (Bélgica, 1975), fotografió muchos de los sanatorios restantes en Georgia. El Cáucaso estaba a la altura de ser perfecto para la construcción de balnearios, principalmente debido a la presencia de manantiales de agua caliente y agua con isotopos radiactivos. Los centros turísticos se centraron en la balneoterapia para tratar a las personas con enfermedades circulatorias, respiratorias y pulmonares. A la gente le encantó.

Una vista en el gran hall de entrada dentro de un sanatorio descuidado. Este edificio será remodelado en un lujoso hotel. Tskaltubo, Georgia.

En su apogeo, los sanatorios atraían a un par de cientos de miles de visitantes al año. Oficiales de alto rango y tenientes del ejército ruso se relajaron en estos centros turísticos, incluso se construyeron sanatorios militares especiales, dedicados únicamente a personal militar. Como la mayoría de los líderes de la URSS estaban ​​en Moscú, simplemente conectaron estos balnearios con una línea de tren directa a la capital. En la Madre Rusia, todo era posible. Stalin frecuentaba los baños muchas veces y un santuario dedicado al líder comunista todavía nos recuerda esos tiempos gloriosos.

La naturaleza se está apoderando de este hermoso corredor. Este pasaje conectaba las principales instalaciones de spa termal con las habitaciones privadas de pacientes e invitados. Tskaltubo, Georgia.

Disolución de la Unión Soviética

Sin embargo, la era de la URSS terminó. La otrora poderosa Unión Soviética fue desmantelada. Son los años noventa y la nación socialista se divide en varios estados, cada uno ganando independencia y soberanía. La afluencia de rusos que buscan la salud se detuvo. Los visitantes cayeron y el magnífico sanatorio cayó en declive.

Dejado en el olvido, la vista dentro de uno de los muchos comedores donde solía reunirse la élite soviética, con arcos ornamentados y hermosos colores. Tskaltubo, Georgia.

Uno por uno, estos magníficos edificios se abandonaron. En la actualidad, solo una pequeña parte de los complejos de spa están activos. Es desgarrador ver las ruinas de estos grandes edificios dejados en la decadencia. Pero no están completamente abandonados ... estos complejos que se desmoronan ahora albergan a refugiados que fueron desplazados de sus hogares durante la guerra entre los abjasios y los georgianos. Estas personas hicieron un nuevo hogar entre los escombros de las ruinas. Algunos tienen acceso al agua, algunos tienen electricidad, otros tienen una comodidad básica, pero hay una cosa que estos refugiados no tienen: una perspectiva clara de lo que traerá el futuro. Mientras tanto, permanecen en el exilio.

Columnas romanas y un techo ornamentado decoran este comedor. Objetos rescatables como pisos de parquet, estatuas y metales han desaparecido desde hace mucho tiempo. Tskaltubo, Georgia.

El futuro

¿Qué pasará con estos sanatorios? Durante su visita, Reginald Van de Velde, pudo ver que poco a poco las cosas se ponen en marcha. Las estaciones de ferrocarril están siendo renovadas. Vio a muchos jardineros manteniendo los exuberantes jardines y paisajes. Noté que la seguridad estaba vigilando los edificios aún activos. En todas sus visitas, recibió una cálida bienvenida por parte de las personas que le invitaron y le mostraron los antiguos salones de baile, las salas de ocio, los patios y las habitaciones privadas. La piscina al aire libre tenía agua fresca, las carreteras en y alrededor de muchos edificios estaban siendo asfaltadas de nuevo.

Quizás, solo tal vez, el sueño utópico no esté perdido.

Una pequeña fuente seca frente a la entrada de un antiguo balneario. Tskaltubo, Georgia.

Un pasaje exterior conduce a una de las muchas casas de baños, popular por sus tratamientos de aguas curativas. Tskaltubo, Georgia.

Una casa de baños abandonada se ve dentro de la ciudad balneario termal de Tskaltubo. El agua todavía fluye a través y debajo de estos baños, causando que los edificios se deterioren aún más rápido. Tskaltubo, Georgia.

Vidrios rotos y pintura descarnada: este hermoso pasaje se deteriora lentamente con el paso del tiempo. Las cajas azules en la pared formaban parte del sistema de calefacción, por lo que los pacientes y los invitados también podían disfrutar de una vista de los magníficos jardines durante el invierno. Tskaltubo, Georgia.

Escalera en espiral que se desmorona dentro de este antiguo sanatorio soviético. Tskaltubo, Georgia.

Columnas romanas y una gran escalera decoran este vestíbulo. Este edificio ahora alberga a muchos refugiados del conflicto abjasio-georgiano y ruso-georgiano. Tskaltubo, Georgia.

El hormigón está empezando a colapsar dentro de este pasillo que conecta un teatro con el edificio principal. Tskaltubo, Georgia.

Los restos de un teatro. El escenario de madera y las cortinas desaparecieron hace mucho tiempo. Tskaltubo, Georgia.

Columnas romanas y una gran escalera decoran esta sala. Este edificio ahora alberga a muchos refugiados del conflicto abjasio-georgiano y ruso-georgiano. Tskaltubo, Georgia.

Las mesas de billar se pudren dentro de esta sala de ocio. Los sanatorios eran inmensamente populares entre la elite soviética y los se organizaban a través de un sistema de vales financiado por el estado. Tskaltubo, Georgia.

La vista exterior de uno de los muchos balnearios restantes. Hombres y mujeres se bañaron por separado, a ambos alas del edificio central. Tskaltubo, Georgia.

La naturaleza está recuperando lentamente este edificio que una vez fue utilizado para cenar. Una terraza al aire libre se ve en el lado izquierdo, encima del corredor principal. Tskaltubo, Georgia.

Un pasaje en desuso conduce a una de las muchas casas de baños, popular por sus tratamientos de aguas curativas. Tskaltubo, Georgia.

El impresionante vestíbulo de entrada de un antiguo sanatorio soviético junto a la Riviera rusa. Más tarde se reconvirtió en un hotel, pero se abandonó desde el conflicto abjasio-georgiano. Gagra, Abjasia.

Mismo vestíbulo desde otro punto de vista.

Grandeza pasada: la vista dentro de una habitación adornada donde se trataron pacientes con problemas respiratorios. Muchos de los sanatorios ex soviéticos tenían pinturas de color azul claro, que se beneficiaban de un estilo muy refinado y típico. Gagra, Abjasia.

Una escalera de mármol se ve dentro de este impresionante antiguo sanatorio soviético en la Riviera rusa. Más tarde se reconvirtió en un hotel pero se abandonó desde el conflicto abjasio-georgiano. Gagra, Abjasia.

La exquisita vista desde la terraza de un antiguo sanatorio a lo largo del Mar Negro. Esta región fue apodada la Riviera Rusa en su apogeo. Gagra, Abjasia.

Los restos de un sanatorio junto a la Riviera rusa. Beneficiándose de un clima subtropical, esta región fue inmensamente popular para la elite soviética durante la era de la URSS. Este sanatorio en particular se construyó a principios del siglo XX y fue fuertemente destruido por los bombardeos y los ataques durante el conflicto abjasio-georgiano. Sokhum, Abjasia.

Sobre el autor : Reginald Van de Velde (Bélgica, 1975) explora lo desconocido y lo invisible. Como un vagabundo de tierras baldías, viaja por todo el mundo, tratando de capturar el impulso de esplendor aún no perturbado por la agitación y las tentaciones de la sociedad moderna. Es un vagabundo de la belleza perdida, un cronista de la magnificencia olvidada. Puedes encontrar más de su trabajo en su sitioweb e Instagram .

Un flashazo para todos.

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Vía: PetaPixel