Título: El baile de la muerte.
Das vueltas y vueltas en un baile sin fin, siempre en el mismo lugar, sin desviarte un ápice de tu sitio. Es un baile armonioso y en sincronía. Todo lo destrozas, lo trituras y lo homogenizas consiguiendo un abrazo íntimo y mortal de todo lo que se te acerca. Consigues que el tomate, el pimiento, el pepino, el ajo, el vinagre, el aceite, y por supuesto, la sal, se conviertan en una untuosa mezcla roja que servido bien frío se transforma en una bebida espesa que produce una explosión de sabores y matices en la boca en estos calurosos días de verano.
Semana de mucho calor y sin ganas de salir a la calle a tomar fotografías por lo que decidí recluirme en casa para hacer la fotografía de la semana.
Así que preparé todo para hacer una fotografía medio abstracta, medio macro. Preparé el trípode, coloqué la cámara, la ajusté con un iso bajo y con el disparador remoto. Cogí la thermomix de la cocina y puenteé el mecanismo que impide que la cuchilla se ponga en marcha sin la tapa puesta. Coloqué la cámara de manera que pudiese coger una imagen cenital de la cuchilla dando vuelta y puse en marcha la thermomix a baja velocidad. La iluminación que tiene es la natural de la ventana que tengo justo al lado y la ayudé con dos pequeñas linternas de led que tengo en la casa. Fui experimentando con distintas velocidades de exposición hasta que conseguí que se intuyera el movimiento y que a la vez se pudiese distinguir que son unas cuchillas.
Y este es el resultado final.
Un flashazo a todos.
