Lo curioso de la historia es lo difícil que es saber qué momentos resistirán la prueba del tiempo. A veces, los fotógrafos se dan cuenta, en el momento que toman la imagen, que esta representará un evento histórico. Otras veces, lleva años, incluso décadas, antes de que el contexto histórico les revela las gemas preciosas que son.
En esta serie de fotografías traemos los momentos que requieren el momento oportuno y el ojo adecuado para la composición, los momentos icónicos y conmovedores que fácilmente hubiesen pasados desapercibidos si no hubiese estado allí algún fotógrafo preparado. Las siguientes fotografías cubren una variedad de incidentes históricos, pero lo que los une es que cada una cuenta una historia poderosa y resonante que continúa teniendo sentido hasta hoy en día.
El beso de la vida.
Este momento capturado en 1967 no es la culminación de ningún acontecimiento histórico importante, y tampoco es ningún punto de inflexión revolucionario, pero la imagen resiste la prueba del tiempo debido a su humanidad. No había ninguna razón para sospechar la tragedia de ese día. Los trabajadores de líneas eléctricas que aparecen en la foto, JD Thompson y Randall G. Champion, realizaban tareas rutinarias de mantenimiento cuando algo salio mal. Cahmpio accidentalmente entró en contacto con un cable vivo y quedó inconsciente, su arnés de seguridad evitó la caída, pero lo dejó colgado. Thompson se apresuró a realizarle el boca a boca hasta que comenzó a respirar de nuevo. Cahmpion vivió otras tres décadas. Aquí la rapidez y el ojo de Rocco Morabito inmortalizó el momento.
La expedición británica Terra Nova, 1911.
En 1911, la fotografía todavía no tenía un siglo de antigüedad y todavía se estaban asentando sus cimientos. La necesidad de llevar equipo voluminoso y difícil de manejar puede haber hecho que parezca una inclusión poco práctica en la peligrosa expedición Terra Nova de Gran Bretaña a la Antártida, y muchos, probablemente, lo vieron como una frivolidad innecesaria. Pero esta impresionante fotografía del glacial Herbert Ponting transmitió la majestuosidad de una de las pocas fronteras que les quedaba a los exploradores del momento. Incluso hoy, en la era de las cámaras manejables y las imágenes de satélite, es una imagen maravillosa y espectacular.
El caos de la inaguración de Disneyland
Disneyland es un punto de referencia de la cultura americana en todo el mundo, y han pasado las décadas convirtiéndose en una de las atracciones más populares. Pero cuando Walt Disney invirtió 17 millones de dolares en su construcción a principios de la década de los 50, a muchos les pareció una tontería. Mientras que las cámaras de televisión retransmitieron la inauguración el 17 de julio de 1955 como un evento organizado y ejecutado sin problemas, un fotógrafo captó una realidad distinta cuando las masas atestadas trataban de dirigirse hacia el parque. El día resultó ser un desastre ya que la afluencia triplicó lo esperado, haciendo que el parque se quedase sin comida y se suspendieran muchas de sus atracciones llegando a cerrar partes del mismo. Esto es un ejemplo de que las grandes ideas no siempre salen según lo planeado.
Kathrine Switzer atacada por los comisarios oficiales del maratón de Boston.
Hoy en día, nos puede ser difícil imaginar que un evento tan emblemático como el maratón de Boston prohíba la participación de mujeres. Pero en 1967, casi 50 años después de que se aprobara la enmienda que otorgaba a las mujeres el derecho a voto, el maratón era un evento exclusivamente masculino, y los comisarios aplicaron esta regla de forma agresiva. Esta fotografía, tomada por el fotógrafo Globe Paul Connell, captura el impactante momento en el que un comisario acosa físicamente a la corredora Katherine Switzer, mientras que su novio intenta frenarlo. La sensación de movimiento en esta imagen es fenomenal, al igual de la fuerza del mensaje por la igualdad de género. Switzer fue la primera participante femenina registrada en terminar la carrera, pero tuvieron que pasar otros cinco años antes de que el maratón aceptase a las mujeres de manera oficial.
El bunker secreto de Adolf Hitler
La vida pública de Hitler fue programada cuidadosamente, y la mayoría de las imágenes que se conservan de él fueron diseñadas específicamente para fomentar la imagen que quería transmitir al resto del mundo. Esta fotografía de William Vandivert proporciona una instantánea de un hombre paranoico y desesperado, abandonado y acorralado.
El desastre de Hindenburg
Si bien el vuelo del Hindenburg del 6 de mayo de 1937 fue reconocido como uno de los principales eventos de aquella época, pocos habrían adivinado lo importante que llegaría a ser y por qué. El zeppelin ya había completado con seguridad su viaje inaugural de Grankfurt a New Jersery, y los fotógrafos reunidos en Lakehurst supusieron que su trabajo sería una rutina más para los periódicos de la mañana siguiente. Cuando la gran nave se incendió, Murray Becker fue uno de los fotógrafos que estaba en el lugar para documentar toda la tragedia. Quince de sus imágenes cuentan una historia de terror que nos recuerda los peligros que conlleva el deseo de la humanidad de volar siempre más alto.
Los exiliados de Siberia
Si bien hay pocas dudas de que la fotografía puede ser un poderoso motivador para el cambio, el acto de buscar la toma perfecta a menudo también puede cambiar al fotógrafo. Cuando George Kennan, un explorador estadounidense, comenzó a viajar a través de los remansos de Siberia con la aprobación del zar en 1885, fue su oportunidad única. El gobierno altamente autocrático tuvo mucho cuidado de no dejar entrar a los forasteros. Pero la admiración pública de Kennan por el gobierno ruso le había servido como una oportunidad sin precedentes de documentar una parte del mundo que pocas veces se había visto. Sin embargo, las condiciones de los criminales y presos políticos exiliados en Rusia cambiaron su opinión. Volvió con fotos de un pueblo olvidado y oprimido y se convirtió en un crítico del régimen zarista.
Bulevard du Temple
Esta fotografía es difícil de superar ya que su valor histórico es único. Esta fotografía de Louis Daguerre de 1883 es la primera en incluir personas. Es una imagen borrosa y con mucho grano. Sin embargo, representa el nacimiento de una forma de arte que se desarrollaría a lo largo de generaciones hasta nuestros días.
Pocos de los fotógrafos mencionados son reconocidos hoy como grandes maestros de la fotografía, pero eso es solo una indicación de lo bellamente imparcial que es el arte de la fotografía. Algunos de ellos estaban en el lugar correcto en el momento correcto. Otros identificaron el potencial de un evento trascendental que sus compañeros pasaron por alto. Y otros, simplemente vieron una perspectiva única de los acontecimientos. La paradoja es que cualquier fotógrafo puede, con un poco de suerte y con la vista puesta en el mundo que nos rodea, capturar una foto que puede resistir el paso del tiempo, aunque es posible que muramos antes de saberlo.
Recuerda, la mejor cámara es la que se lleva siempre encima. Si tienes una cámara preparada vayas donde vayas, puede que te encuentres en la posición de atrapar un momento icónico que cuente una poderosa historia para trasmitir a próximas generaciones.
Un flashazo para todos.
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