Normalmente utilizamos el balance de blancos para que los tonos sean lo
más fieles posibles a lo que estamos viendo con nuestros ojos. Nuestro cerebro
tiende a normalizar los colores y vemos igual de blanco un papel tanto en el
exterior en un día nublado (con un fuerte tono azul dominante) como en una
habitación con bombillas incandescentes (con un fuerte tono amarillo
dominante). Esto lo hacemos de manera inconsciente para que el conjunto de la
imagen parezca “natural”.
Muchos de nosotros solemos dejar que la cámara decida qué
balance de blancos es el más adecuado en cada situación, configurándola en
automático, ya que si disparamos en RAW podemos modificar este parámetro a
posteriori cuando editemos nuestra fotografía en Lightroom o cualquier otro
programa similar.
Las herramientas que tienen los programas informáticos para la
modificación del balance de blancos se pueden utilizar de manera creativa para
variar el tono y su impacto sobre el que visualiza la fotografía. La posibilidad de realizar, desde dramáticos
cambios de color hasta sutiles modificaciones de los tonos, hace que el balance
de blancos se convierta en una interesante herramienta creativa.
Los ejemplos que pongo a continuación se pueden realizar
tanto en la propia cámara como en el postprocesamiento. Personalmente prefiero realizarlos a
posteriori ya que puedo apreciar mejor los cambios sobre una pantalla de
ordenador que en la de la cámara. Yo siempre utilizo Lightroom, pero todas
estas modificaciones se pueden realizar en cualquier programa de procesamiento
de fotos.
CAMBIOS DRÁSTICOS
Cambios drásticos del balance de blancos pueden provocar que
la imagen cambie por completo. Este cambio general de tonos puede producir en
el espectador la percepción de que la fotografía ha sido tomada en otra hora
del día. Y por supuesto el cambio más importante que se produce es la sensación
de calidez o frialdad que transmite la fotografía.
En este ejemplo se puede ver la misma fotografía con el
balance modificando hacia una imagen más cálida y hacia una imagen más fría. Al final, la decisión depende del gusto
personal y de lo que se quiera transmitir.
CAMBIOS SUTILES
Si no se quiere que una tonalidad domine de manera tan
acusada una imagen se pueden realizar cambios sutiles que también provocarán
pequeñas modificaciones en las imágenes que la harán más o menos atractivas,
pero seguro que se acercarán mejor a lo que quieres transmitir.
En este ejemplo se quiso dotar a la segunda fotografía mayor calidez por lo que se modificó el balance de blancos para crearla.
En este ejemplo se quiso dotar a la segunda fotografía mayor calidez por lo que se modificó el balance de blancos para crearla.
AGUA
Cuando se fotografía escenas con agua suele ser muy efectivo
modificar ligeramente el balance de blancos hacia la gama azul. El agua siempre
nos suele transmitir la sensación de frescura por lo que los tonos azulados se
adaptan perfectamente.
En este caso se bajo la temperatura para acentuar esa sensación de frescura.
En este caso se bajo la temperatura para acentuar esa sensación de frescura.
ATARDECERES
Este tipo de fotografía también suele beneficiarse del uso
de manera creativo del balance de blancos ya que podemos incrementar la
sensación de calidez de la imagen desplazando el balance de blancos hacia tonos
más cálidos.
BALANCE DE BLANCOS SELECTIVOS
Con la mayoría de los programas de edición fotográfica no
tenemos por qué elegir entre un balance u otro para toda la fotografía, podemos
mezclarlos y combinarlos de manera selectiva. En Lightroom se puede utilizar la edición por zonas (filtro lineal, filtro radial o el
pincel de ajustes) para modificar los tonos de ciertas partes de la fotografía
sin que se vean alteradas otras zonas.
Mezclando lo explicado anteriormente si tomamos una
fotografía de un atardecer sobre un río podremos dar calidez a la puesta de sol
y cierta frialdad al agua corriendo del río y, de esta manera, conseguir una
mezcla de tonalidades perfecta.
En este ejemplo se puede ver como el la segunda fotografía se aumento la temperatura a la parte baja de la fotografía y se disminuyó la temperatura en la zona superior para buscar una imagen con un fuerte contraste de temperaturas.
En este ejemplo se puede ver como el la segunda fotografía se aumento la temperatura a la parte baja de la fotografía y se disminuyó la temperatura en la zona superior para buscar una imagen con un fuerte contraste de temperaturas.
Otra herramienta muy interesante que posee Lightroom es
“división de tonos” con la que podemos dar una tonalidad a las luces altas y
otra tonalidad distinta a las sombras y variar el peso de cada una en toda la
fotografía.
Mediante esta herramienta se aumentaron los tonos azules en las sombras y se enfatizó los tonos cálidos en las luces.
Mediante esta herramienta se aumentaron los tonos azules en las sombras y se enfatizó los tonos cálidos en las luces.
BALANCE DE BLANCOS Y FOTOGRAFÍA EN BLANCO Y NEGRO.
Solemos pensar que el balance blancos está relacionado
solamente con la fotografía en color, pero también puede desempeñar un
importante papel en la fotografía en blanco y negro. El balance de blancos
influirá en cómo se ven los distintos tonos de grises.
Pero hay que tener en cuenta que para apreciar los cambios
en una imagen en blanco y negro la modificación debe ser drástica. Una
modificación moderada del balance de blancos no suele tener resultados
apreciables en la imagen final.
CONCLUSIÓN
Es hora de dejar de pensar en el balance de blancos como una
estricta forma de conseguir precisión de los colores y tenerla en cuenta
también como una herramienta altamente creativa para conseguir atmósferas y
ambientes distintos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario