Las actuales cámaras fotográficas están repletas de características encaminadas, en teoría, a facilitar la labor del fotógrafo, conexión WI-FI, posicionamiento GPS, pantalla táctil, escenas predeterminadas y un largo etcétera. Pero muchos nos sentimos desbordados por la gran cantidad de opciones disponibles en el menú. Esto nos ha llevado a dejar ciertas características tal y como venían por defecto al comprar la cámara, lo cual no siempre es malo. El problema es que, dependiendo del objetivo final con que estén configuradas, puede ayudar o dificultar la realización de esa toma que teníamos en mente.