Mi interés por la fotografía empezó en 1991 con la réflex de
la madre de una amiga mía. Desde ese momento me propuse ahorrar para conseguir
mi propia réflex, la cual llegó un año más tarde, la Nikon F-601M, perfecta
para explorar mis posibilidades en la Expo 92.
Hasta la llegada de las cámaras digitales todo mi mundo
giraba en torno al mundo réflex. No sé si existían en aquella época compactas
avanzadas o de alta gama, pero entonces pensaba que para hacer una buena foto
tenías que tener a la fuerza una réflex.
En 2003 compré mi primera cámara digital, pero, por aquella
época las cámaras réflex digitales no estaban al alcance de mi bolsillo por lo
que me decidí por una bridge (no sé si en aquella época existía ese concepto),
la Olympus C-750 UZ, ya que quería algo polivalente y relativamente compacta ya
que iba a estar en Canadá durante varios meses y quería poder llevarla a todas
partes para poder exprimir a fondo ese espectacular país.
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Olympus C-750 UZ |