Los humanos siempre nos hemos sentido atraídos por los
bosques. El bosque nos ha proporciona paz, aventura, color y esa luz perfecta
para nuestras fotografías.
Si estás buscando un lugar que te ofrezca nuevas
oportunidades para fotografiar, ten en cuenta las oportunidades que te ofrecen los
bosques, pero, por supuesto, como cualquier nueva idea hay que afrontarla con
la mente abierta.
Los bosques ofrecen oportunidades para muchos tipos
diferentes de fotografía gracias a su peculiar luz, la vida animal, las plantas
y la atmósfera que allí nos encontraremos. Por supuesto, la naturaleza siempre
estará presente en cualquier fotografía que tomes en un bosque, pero como
verás, no tiene que ser lo único que aparezca.
La foto paisajística.
Las imágenes más típicas para fotografiar en un bosque son
las tomas con un objetivo gran angular del bosque en sí. Son imágenes que dan
una visión general de todo el bosque y del tipo que es, que clases de animales
viven allí, que estación es y en que estado se encuentra. Esto es lo obvio en
una fotografía típica de paisaje. Pero lo obvio no tiene que significar
aburrido. Intenta encontrar un ángulo que cuente una historia, tenga una
atmósfera o un estado de ánimo único o que pueda sorprender al espectador con
su luz. No apuntes y dispares simplemente, sino piensa, planifica y encuadra
meticulosamente tu foto. Por supuesto, para ello es imprescindible andar y dar
vueltas para conseguir el mejor ángulo de visión y de incidencia de la luz.
La fauna es también otro aspecto maravilloso que el bosque
ofrece a los fotógrafos. Lo difícil aquí, además de encontrar vida silvestre
antes de que huya, es la escasa luz que suele haber en los bosques, lo que a
veces se hace incompatible con las altas velocidades de obturación que se
necesitan para captar ese instante decisivo, a menos que poseas alguna lente
muy luminosa.
Cuando te encuentras con una escena animal impactante no dudes en aumentar el ISO si es necesario para obtener la velocidad de obturación alta. Es preferible tener una imagen nítida, aunque tenga un poco de ruido que tener un borrón por imagen, a menos que busques un barrido o desenfoque a conciencia, claro.
La imagen de detalle
Para los más interesados en los detalles y en la riqueza de
la vida escondida en la maleza, los bosques son una fuente inagotable de
tesoros. Una gran cantidad de vida silvestre se puede encontrar a pequeña
escala, insectos, gusanos, arañas, etc., estarán ahí escondidos si los buscas. Y
esto es solo con los animales, si estás dispuesto a mirar un poco más de cerca
y tal vez tumbarte en el suelo, también encontrarás hongos impresionantes,
plantas intrigantes, hermosos líquenes y, por supuesto, el musgo pegado a todas
partes. Y no te olvides de las hermosas hojas y flores que podrás observar en
otoño y primavera principalmente. En resumen, los bosques son maravillosos para
la fotografía macro y de detalle.
Fotografía experimental
Si no estás realmente interesado en la fotografía de
naturaleza y te han arrastrado a un bosque maloliente lleno de insectos
picadores y otras molestias, no te desesperes. Siempre hay algo que
fotografiar, incluso para ti.
Los bosques ofrecen grandes oportunidades para probar
diferentes tipos de fotografías experimentales. Las condiciones de luz
generalmente bajas y diversos escenarios funcionan bien para técnicas que
requieren velocidades de obturación largas, como el ICM (movimiento
intencionado de la cámara, en inglés) y pintar con la luz. Dale una
oportunidad.
Fotografía de retrato
Por último, pero no menos importante, los bosques ofrecen
muchas posibilidades para la fotografía de retrato. Es fácil encontrar un fondo
que no distraiga y que sea adecuado para este tipo de fotografía, además, en
las zonas con sombras siempre se agradecerá esa luz difusa casi sin sombras. Es
posible crear hermosos bokeh y patrones de luz interesantes.
Y si no tienes un modelo dispuesto a ser fotografiado, no te
desesperes, las fotografías de familiares, mascotas o, incluso, los
autorretratos creativos pueden ser una alternativa.
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