viernes, 9 de agosto de 2013

Como mejorar la composición de nuestras fotos gracias a Eisenstaedt.

Para ver este tema en profundidad nos apoyaremos en las grandes composiciones del fotógrafo Alfred Eisenstaedt.


¿Alguna vez te has preguntado por qué nos gusta una fotografía en concreto?. Oculto bajo la superficie de una gran foto hay un diseño geométrico estudiado. Durante la Segunda Guerra Mundial, el fotógrafo Alfred Eisestaedt trabajó para Associated Press y paso a convertirse en fotógrafo de la revista Life donde sus fotos aparecieron en más de 50 portadas de la revista. Sin extendernos en su vida, Alfred fue un fotógrafo que empezó en fotografía con muy pocos conocimientos formales en arte. Si quieres conocer más su vida puedes informarte en esta entrada anterior: Alfred Eisenstaedt. El retratista de Bill Clinton.



Glosario de términos

-Puntos fuertes: cuando utilizamos en composición la regla de los tercios, la imagen se divide mediante dos líneas verticales y dos horizontales, la intersección de estas líneas son los llamados “puntos fuertes”. Estos puntos son muy importantes porque las diagonales que unen dichos puntos sirven para descomponer una imagen.

-Rejilla: cuando se utilizan rectángulos para dividir la fotografía mediante intersección de líneas se crea una rejilla que da forma a la composición. Esta rejilla se crea buscando las diagonales y sus recíprocas.

-Gama de ángulos: todo círculo tiene 360º. Esto crea diagonales en cualquier dirección que nos gustaría usar. El número de direcciones que utilizamos en una composición se denomina gama. Los grandes artistas rara vez utilizan más de 5 ó 6 en una misma imagen. Si la gama es muy alta la imagen será excesivamente abigarrada.

-Intervalos: son las líneas que se repiten en la fotografía creando ritmo en la imagen.

-Líneas principales: para que exista impacto en una imagen debe haber una línea que domine la composición, si no hay una línea dominante se producirá un caos que hará que el espectador se pierda en la imagen.

-Líneas recíprocas: es una línea que sale desde una de las esquinas y corta perpendicularmente a una de las líneas principales potenciando la imagen. Pero, cuidado, la línea reciproca debe apoyar, y no competir, con la línea principal.

Para crear una rejilla, el método más básico es dibujar las dos diagonales de una imagen, a continuación se dibujan las diagonales recíprocas y por último se trazan horizontales y verticales en los puntos de intersección de todas las diagonales.

Todos estos conceptos serán de utilidad para poder entender la descomposición de las siguientes imágenes.




Las bailarinas

Eisentaed tiene una famosa serie sobre bailarinas en la que nos centraremos para comprender a fondo estos conceptos. En la primera de ellas Alfred organiza la imagen a partir de una horizontal y la otra imagen está organizada a partir de una diagonal. Se ve claramente como cambiando su posición se cambia la jerarquía de las líneas principales.

Con esto entenderemos como diseñaba las fotografía Eisenstaedt, que partes de la misma son más importes para él, y lo más importante, nos ayudará a entrenar a nuestro ojo.


La Diagonal Siniestra



En general, las imágenes se leen de izquierda a derecha. Esto es una deformación de la cultura occidental. El canon del arte entiende el movimiento de izquierda a derecha como "barroco" y de derecha a izquierda como "siniestro". En la imagen anterior la diagonal en negrita es la diagonal “siniestra” y la opuesta es la diagonal “barroca”.

Eisenstaedt utiliza la diagonal siniestra para llamar nuestra atención sobre la bailarina que mira de frente. Ella es el sujeto principal. Si entrecerramos los ojos, la bailarina que mira de frente tiene un nivel más alto de luz y su silueta destaca debido a la posición de sus piernas. Las otras chicas se muestran de perfil o casi de espaldas.

La diagonal siniestra, que va desde la esquina superior izquierda hasta la inferior derecha cruza la cara de la bailarina. También es la intersección de su recíproca (desde la esquina inferior e intersecta a 90º con la siniestra). Se observa como la recíproca es paralela la muslo de la bailarina.


La Vertical y la Horizontal



En el punto fuerte de la Diagonal Sinister y su recíproco tenemos las líneas verticales y horizontales dominantes en la composición. La imagen refuerza estas líneas observando que la línea vertical sigue la pierna de la bailarina y la horizontal está a la altura de todas las cabezas de las chicas. Se empieza a crear ritmo y se ve como las líneas de apoyo refuerzan la estructura básica de la fotografía.


Uniendo puntos

Uniendo puntos se crean intervalos que proporciona ritmo a la fotografía.



Nuestra mente tiende a conectar puntos de manera inconsciente creando líneas donde realmente no existen. Esto siempre ha sido así desde que empezamos a conectar estrellas en el cielo. Al igual que el muslo de la bailarina principal corre paralelo a la recíproca de la diagonal siniestra se puede observar como la pierna de la chica de la derecha corre paralela a la recíproca de la diagonal barroca. Mediante la conexión de estos puntos se crean movimiento y acción en una imagen estática.





En esta imagen, las verticales de los marcos de las ventanas y las bailarinas son tan fuertes como las líneas diagonales. También las líneas que unen sus cabezas, cinturas y los pies en la horizontal son muy fuertes. Cuando todas las líneas tienen la misma importancia en la imagen esta tenderá a ser plana y bidimensional, sin sensación de profundidad.


Creación de una diagonal dominante







En esta segunda imagen, Eisenstaedt se mueve hacia el lado derecho y la imagen cambia totalmente. La diagonal barroca empieza en la parte inferior izquierda y llegue a la esquina superior derecha pasando por el hombro de la bailarina y por su cabeza.

La sensación es menos impactante que en la fotografía anterior debido a que la bailarina que nos estaba enfrentando en la última foto se encuentra en el perfil y su importancia en la fotografía ha disminuido ya que está más alejada hacia el fondo. Si volvemos a entrecerrar los ojos la zona más destacada es la espalda de la bailarina que se encuentra a nuestra derecha y su axila cae exactamente en uno de los puntos fuertes de la diagonal barroca.



Si seguimos la recíproca de la diagonal barroca vemos que conecta su tutú con su hombro siguiendo con la cabeza de la bailarina que está a su lado. Este es un ejemplo perfecto de como la recíproca apoya a la diagonal principal sin quitarle fuerza.


Haciendo hincapié en las partes importantes



En la imagen anterior, los marcos de las ventanas cayeron justo sobre los intervalos verticales de la rejilla. En esta imagen, las ventanas son menos importantes ya que las verticales caen cerca de tres de las cuatro bailarinas. El cuerpo de la segunda bailarina es el único que coincide con el marco de la ventana. Además, las líneas verticales y horizontales en la imagen anterior eran muy dominantes en la imagen anterior.

Al moverse hacia a un lado, Eisenstaedt fue capaz de reducir las coincidencias de los marcos de las ventanas con las líneas de la rejilla. Esta imagen es realmente más cercana a bailarinas y no a los marcos de las ventanas, yo diría que se trata de una composición más exitosa.






Usando anatomía como herramienta

En esta imagen se ve la importancia que tiene la pierna de la bailarina de la derecha que cae directamente sobre la diagonal siniestra. La diagonal recorre desde la punta del pie hasta la rodilla desde los dedos hasta el muslo. Estas son las líneas que se buscan para conseguir una imagen “fuerte”. Esa pierna es fundamental para la composición.



Prueba lo siguiente (mejor si lo pruebas en la imagen sin rejilla). Pon el dedo a unos centímetros de la pantalla como si sustituyese a la pierna flexionada por una pierna recta y comprueba como la imagen pierde. Ahora quita del dedo de golpe, y “voila”, la imagen gana fuerza, impacto y gancho. La posición de esa pierna es esencial en la imagen, de una fotografía insulsa pasamos a una gran fotografía.

Grandes fotógrafos como Eisenstaedt sabían lo que era importante en una imagen para crear la acción, drama y movimiento. De lo contrario nos hubiésemos quedado con un "mar de maniquíes" de pie en la ventana. Pero con ese punto de la punta simple, la pierna de la bailarina da vida a toda la composición.


Las raíces de composión



Bailarines en la ópera de Edgar Degas. Las pequeñas líneas de color negro en la parte superior e inferior representan el tamaño exacto de la imagen original ya que al escanearlo se ha perdido esa parte del cuatro. A veces, unos pocos milímetros son suficientes para que una imagen gane o pierda muchos enteros.

Muchos de los grandes fotógrafos de la historia han estudiado, analizado o fueron educados en la pintura. En la historia del arte, la fotografía es una rama relativamente nueva. Así que nuestra exposición a las imágenes viene, a menudo, a través de las pinturas. Si echamos la vista atrás, ya en los años de 1800, descubrimos como el pintor francés Edgar Degas trabajo mucho con bailarinas. Las poses de sus cuerpos le permitían jugar con las diagonales.


Edgar Degas



Degas tiene una gran ventaja sobre Eisenstaedt. Él podía hacer bocetos viendo las bailarinas, y luego refinar su diseño en su estudio. Como resultado, por lo general, los pintores tienden a tener diseños más elegantes y complejos que los fotógrafos. Como mencioné anteriormente, una composición en la Diagonal es la forma más activa de conseguir impacto y movimiento. Vemos como Degas utiliza la diagonal barroca desde la parte inferior izquierda a la parte posterior de la bailarina de la derecha. La diagonal barroca pasa por encima del hombro y termina en la esquina superior derecha. La diagonal recíproca a la barroca genera una vertical que pasa por el codo de una bailarina y por el pie de la otra.



En el lado opuesto vemos la diagonal siniestra y como pasa por la frente de la bailarina. Y como su recíproca sigue la postura de todo su cuerpo de la bailarina del primer plano. A su vez el cuerpo de la bailarina del fondo es paralelo a esta recíproca. Si bien, hay líneas verticales y horizontales, podemos ver como Degas les da menos importancia. Él quería que sintiésemos el movimiento de las bailarinas, no quería que fuesen como estatuas, y eso lo conseguía jugando con las diagonales. Se puede ver la inclinación, casi incómoda de la bailarina del primer plano, parece como si se fuese a caer. Esa inclinación nos obliga a barrer con nuestra vista la imagen de izquierda a derecha. Todo en esta obran es el resultado de un diseño deliberado. Cuanto más entendamos, como fotógrafos, el diseño y el arte clásico, mejores fotos tomaremos.










Conclusión



En base a lo explicado, se ve fácilmente por qué esta foto de Eisenstaed es considerada como una obra maestra. La pose de la mujer cae directamente sobre la diagonal barroca y su recíproco pasa por las dos caras. La diagonal siniestra pasa por el codo del marinero, sigue todo su brazo y pasa por el codo de la chica. La posición de la pierna de la chica es paralela a la diagonal siniestra. Y la otra pierna sigue una de las horizontales principales.

En esencia, las técnicas de composición, no son muy complicadas, pero nos resultaran muy eficaces en la creación de mejores imágenes. Espero que con este análisis comprendamos mejor por qué unas imágenes funcionan mejor que otras.



Un flashazo para todos.
Via PetaPixel

www.photosfresquet.com



2 comentarios:

  1. Me has dejado impresionado, la próxima fotografía la tiro con escuadra y cartabón.

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  2. Laboriosa y muy estructurada esta imagen... Gracias por el valioso comentario...

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