La era digital nos ha traído a los fotógrafos muchas comodidades, pero
también algunas incomodidades con las cuales hay que lidiar si no queremos que
todas nuestras fotos acaben perdidas.
Uno de los grandes problemas que tenemos es la gran cantidad de fotografías
que realizamos y guardamos. Hoy en día cualquier fotógrafo aficionado puede
hacer en un año la misma cantidad de fotografías que las que hicieron grandes
maestros de la fotografía durante toda su vida. Y otro de los problemas al que
tenemos que enfrentarnos es que ya las fotografías no las tenemos físicamente
en nuestras manos, sino que tenemos una gran cantidad de 0 y 1 guardados en
nuestro disco duro.
La pérdida de datos digitales es uno de los problemas más importantes que la
gente me suele comentar. El problema es que la gente se da cuenta de la importancia solo
después de que haya ocurrido el desastre. Es como antiguamente, la gente no se
ponía el cinturón de seguridad hasta que tenía un accidente y se daba cuenta de
la importancia del mismo.
Hoy en día, y gracias a los precios de los discos duros, es imperdonable que
cualquier persona no tenga como mínimo una copia de seguridad de sus fotos, que
si bien tiene su importancia a nivel profesional, son irremplazables a nivel
personal, ya que nunca más podrás tomar esa fotografía de tu hijo jugando en la
playa cuando era niño.
Aquí voy a explicar cómo realizo yo mis copias de seguridad. Es un método
que he estado utilizando desde hace varios años con muy buenos resultados.
Ante todo, un método de copia de seguridad de nuestras fotos (aplicable
también a cualquier archivo informático) tiene que cumplir dos objetivos: ser
realmente efectivo y que sea fácil de aplicar, ya que un método engorroso hace que
con el paso del tiempo cada vez tengamos menos ganas de hacerlo llegando a no
hacer copias de seguridad en meses.
Antiguamente utilizaba copias de las fotos originales en DVD. Pero este
método tiene dos grandes problemas. El primero de ellos es la degradación
física de los discos, de lo que no te dabas cuenta hasta que no intentabas recuperar
información de un disco inservible (ya que nadie revisa cada 6 meses si
nuestros DVD se están degradando o no). El segundo gran problema que genera
este método es que no se guardan las modificaciones realizadas a las fotos con
posterioridad, o si las guardas, tendrás la misma foto con acabados distintos
en discos distintos que te generará un gran dolor de cabeza a la hora de buscar
una foto antigua.
Actualmente mi flujo de trabajo es el siguiente:
-Descargo mis fotos en el ordenador en una carpeta de “fotos originales”.
-Proceso las fotos en Lightroom y/o Photoshop y las exportaciones que
realice las guardo en otra carpeta.
-Cada cierto tiempo utilizo un programa de sincronización de archivos para
hacer copias a un disco duro externo. Incluyo la carpeta de “fotos originales”,
la de “exportación de fotos” y todas aquellas carpetas que tienen archivos que
no me gustaría perder.
Consideraciones.
Utilizo un programa de sincronización de archivos (FreeFileSync, que es
gratuito y fácil de usar) en vez de copiar a lo bestia las fotos ya que este
tipo de programas lo que hace es comparar la carpeta de origen y la de destino
copiando solo los archivos que son nuevos o los que se han modificado (compara
la fecha de creación de los archivos y el tamaño de los mismos, si hay alguna
modificación lo copia en el disco de seguridad y borra el antiguo). Esto
agiliza mucho las copias de seguridad ya que solo copia lo nuevo o modificado
sin volver a copiar lo anteriormente copiado. Actualmente entre fotos y
archivos realizo copias de seguridad de más de 300Gb, si esto lo copiase en su
totalidad, cada copia de seguridad me llevaría horas (sobre todo si es por
puerto usb).
La capacidad del disco duro a utilizar deberá ser como mínimo del doble del
tamaño de las carpetas a guardar. Un disco duro debe tener al menos un 20-25%
de espacio libre para que no se ralentice la copia de archivos. Duplicando el
tamaño del espacio que vamos a utilizar nos aseguramos que el disco duro podrá
absorber el aumento de nuestro número de fotos sin llegar a sobrepasar ese
porcentaje de espacio libre. Si somos de los que no borramos ninguna de las
fotos que hacemos o somos de los que se nos queda el dedo pegado al disparador
tendremos que plantearnos tener un disco duro mayor o tener más de un disco
duro y en cada uno de ellos realizar una copia parcial de nuestros archivos.
El disco utilizado para copias de seguridad solo debe estar conectado al
ordenador durante la realización de la copia y después desconectarlo y
guardarlo (y solo utilizarlo para copias de seguridad). De esta manera nos
aseguramos que si el ordenador es infectado por un virus o hay una subida de
tensión nuestra copia de seguridad no se verá afectada. De igual manera al
utilizar este disco solo para copias de seguridad minimizamos la posibilidad de
que esto ocurra ya que estará conectado solo lo imprescindible. Por supuesto
este disco no se conecta a otro ordenador que no sea el mismo y del cual tenga
el control completo de que el antivirus y el cortafuegos están actualizados.
Es importante la forma de conectar el disco duro al ordenador ya que ello
implicará que una copia tarde en realizarse minutos o horas. La conexión más
rápida actualmente para discos externos es una conexión e-sata (pero los discos
duros son más difíciles de encontrar y más caros y no todos los ordenadores
tienen esa conexión). También se puede utilizar una carcasa extraíble donde se
instala un disco duro normal y se introduce a la hora de hacer la copia de
seguridad y una vez terminada se extrae. La otra opción más económica y fácil
de implementar es conectarlo por USB. Si es un disco y un puerto usb 3.0 la
velocidad es rápida, pero si es un puerto usb 2.0 la copia puede ser interminable.
Ya depende de cada uno el decidir cada cuanto debe hacer su copia de
seguridad y dependerá de la importancia que tengan esas fotos y la velocidad
con que nuestro catálogo aumenta.
Si se quiere tener una protección extra se pueden hacer tantas copias como
se desee solo falta perder cinco minutos en configurar el programa de
sincronización y poder hacer tantas copias de seguridad como se quiera.
Personalmente tengo dos copias de seguridad, una de ellas conectada al
ordenador de manera continua (con la que me protejo de una pérdida accidental y
de un fallo del disco duro principal de mi ordenador) y una segunda copia que
está siempre DESCONECTADA del ordenador (protegiendo de esta manera mis fotos
de virus y subidas de tensión de la red eléctrica).
La verdad es que podeis pensar que soy excesivo pero tengo una tercera copia de seguridad que actualizo una o dos veces al año, la cual guardo en casa de mis padres ya que nadie está a salvo de un incendio o de un robo en la casa.
Un flashazo para todos.
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