viernes, 17 de enero de 2014

Comprender la luz cuando se fotografía en exteriores.

La luz, como todos sabemos, es fundamental para el fotógrafo. Combinada con la sombra, dan forma a nuestras imágenes. Para los que prefieren la fotografía al aire libre, la fuente principal de luz es el sol. La luz que proviene del sol es muy variable y a la misma le afectan muchos factores que pueden variarla. Por ese motivo es muy importante comprender como se comporta la luz del sol dependiendo de la hora y de las condiciones atomosféricas ya que la calidad de una fotografía podrá variar drásticamente dependiendo del tipo de luz solar que haya.


A lo largo de este artículo vamos a echar un vistazo a los principales factores que afectan a la luz del sol en fotografía. Y empezaremos por la hora del día yq eu es el elemento más importante en la comprensión de cómo será la luz. Se puede dividir en varios periodos:

La hora azul:
Esta franja horaria corresponde a 30 minutos antes del amanecer y después del ocaso. El sol ya no se ve en el cielo, pero sus rayos solares siguen dando luminosidad al cielo, creando unos azules intensos. Es la hora perfecta para fotografías paisajes urbanos, donde las luces de los edificios contrastan perfectamente con el azul del cielo creando unas fotografías realmente impresionantes.



La hora dorada:
Es el momento en el que acaba de amanecer o justo antes del ocaso. El sol está muy cerca del horizonte. Este ángulo bajo del sol produce sombras muy largas, pero suaves, las cuales pueden ayudar a proporcionar profuncidad y texturas a las imágenes. Debido a la baja posición del sol, los rayos tienen que atravesar más atmósfera, lo cual produce unos tonos dorados que son muy apreciados por muchos fotógrafos, especialmente para retratos por la calidez que proporciona a los rostros. También es el momento ideal para fotografíar siluetas.



A media mañana y a media tarde:
Una vez que el sol empieza a elevarse después de la hora dorada, la luz empieza a perder esa tonalidad dorada. Es el momento donde la luz es más clara y los colores son perfectos e impactantes. Las sombras son más intensas dando definición a la escena. Es el momento ideal para captar escenas muy coloridas y con muchas texturas.



A mediodía:
Es el momento en el que el sol está en el punto más alto del cielo, y no tiene que corresponder forzosamente con las 12h. Por norma general, es el momento más dificil para la mayoría de los fotógrafos, ya que la dureza de la luz provoca unas sombras intensas, profundas y orientadas verticálmente, lo cual suele muy poco favorecedor en los retratos. En el caso de fotografíar a personas, es muy recomendable utilizar flash de relleno para reducir las sombras. Un filtro polarizador también puede ser interesante para reducir los brillos y los reflejos, sobre todo en el agura, cristales, etc.



A pesar de ser una hora odiada por la mayoría de los fotógrafos, es un momento perfecto para fotografíar en blanco y negro, ya que esas escenas tan contrastadas, con esos blancos brillantes y esos negros profundos dan lugar a fotografías en blanco y negro muy interesantes.


El segundo factor importante en el tipo de luz que nos proporcionará el sol es el estado del tiempo. En algunos lugares el clima será totalmente predecible y en otros puede cambiar en cuestión de horas o de minutos. Esto puede generar dos imágenes completamente distintas tomadas prácticamente a la misma hora. Por supuesto, el elemento que producirá esos cambios serán las nubes.

Dias claros:
Producen una luz de gran intensidad. A pesar de que muchos piensan "que día más bueno, vamos a hacer fotos", personalmente son los días menos interesantes para mi. El gran problema de esos días es que si se fotografía en las horas centrales del día se producen sombras intensas y la gran luminosidad del sol a veces aclara los colores. Como en el caso anterior, puede ser el momento ideal para la fotografía en blanco y negro.

Además. el cielo queda muy uniforme y poco interesante. La aparición de pequeñas nubes suele incrementar el interés del cielo drásticament. Y si esperamos a disparar cuando el sol se oculte detrás de alguna de esas nubes conseguiremos una escena con muy buena luminosidad pero sin las sombras molestas.


Días nublados con algunos claros:
Suelen ser ideales para fotografías donde el cielo es parte importante de la toma. Los rayos del sol entre las nubes suelen dar un dramatismo muy interante a las fotografías. Además, al haber menos diferencia de luminosidad entre el cielo y la tierra, la exposición suele ser más facil. La luz es más difuminada generando sombras menos duras.




Días muy nublados:
En este caso las nubes hacen de inmenso difusor de los rayos solares difuminando completamente la luz. Las sombras prácticamente desaparecen y dan cierta tonalidad azulada a todas las fotografías, por lo que hay que tenerlo en cuenta a la hora de ajustar el balance de blancos en la cámara. Son los días ideales para fotografía macro, ya que la ausencia de sombras hace que la iluminación de los pequeños elementos sea más uniforme, eliminando esas molestas sombras de la propia cámara sobre el objeto o por ejemplo de una planta sobre la de al lado. Además, y aunque la primera impresión es lo contrario por la poca intensidad de la luz, los colores son más vibrantes y equilibrados ya que no existiran reflejos ni aclarados de los mismos por la incidencia directa del sol sobre los objetos.




En estas dos últimas fotos se puede apreciar la suavidad de la iluminación de la segunda foto, la cual está hecha un día nublado, respecto a la primera. La práctica ausencia de sombra y reflejos es lo que conseguiremos disparando macros en días nublados.

Por último hay que tener en cuenta nuestra ubicación. Cuanto más cerca estemos del ecuador, menor será el tiempo que dure la hora azul y la hora dorada, por lo que habrá que trabajar más rápido en estas zonas. Y a medida que nos vayamos desplazando hacia las zonas polares mayor será la duración de los mismos, llegando a durar meses en las zonas polares ya que el sol no llega a ponerse, o sea, una hora dorada casi ilimitada.


Como decíamos al principio la luz que nos proporciona el sol puede ser tremendamente variable, por lo que comprenderla nos ayudará a planificar nuestras salidas fotográficas para conseguir lo que estamos buscando.

Un flashazo para todos.


Vía: lightstalking



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