miércoles, 7 de junio de 2017

Una historia de amor compacta.

Mi interés por la fotografía empezó en 1991 con la réflex de la madre de una amiga mía. Desde ese momento me propuse ahorrar para conseguir mi propia réflex, la cual llegó un año más tarde, la Nikon F-601M, perfecta para explorar mis posibilidades en la Expo 92.

Hasta la llegada de las cámaras digitales todo mi mundo giraba en torno al mundo réflex. No sé si existían en aquella época compactas avanzadas o de alta gama, pero entonces pensaba que para hacer una buena foto tenías que tener a la fuerza una réflex.

En 2003 compré mi primera cámara digital, pero, por aquella época las cámaras réflex digitales no estaban al alcance de mi bolsillo por lo que me decidí por una bridge (no sé si en aquella época existía ese concepto), la Olympus C-750 UZ, ya que quería algo polivalente y relativamente compacta ya que iba a estar en Canadá durante varios meses y quería poder llevarla a todas partes para poder exprimir a fondo ese espectacular país.

Olympus C-750 UZ

Aunque la calidad de las fotos no era espectacular (tenía un sensor de 4 Mpx), desde el principio se produjo el flechazo y me quedé prendado de la polivalencia de la cámara y ese amor por las cámaras compactas ha durado hasta nuestros días, casi 15 años después.

Desde ese momento me convencí de la frase mil veces escuchada “la cámara no hace al fotógrafo”. Empezaba a ver como mucha gente con cámaras réflex hacía fotos horrendas y como otros fotógrafos, como Daido Moriyama, era capaz de realizar fotografías espectaculares con una simple compacta.

Canon Powershot G9

Actualmente, debido a mi interés por la fotografía, mis conocidos y amigos me suelen pedir recomendaciones sobre qué cámara comprarse. Siempre recomiendo lo mismo, cómprate una compacta. Esta recomendación se la hago a todo el mundo, incluso al fotógrafo que está empezando y que tiene claro (aunque sea con la boca pequeña) que quiere introducirse a fondo en el mundo de la fotografía.

Siempre suelo recomendar lo mismo, compra una compacta polivalente, si te atrae mucho el mundo de la fotografía compra un compacta de alta gama. Lo más importante en la fotografía es hacer fotografías y eso no se puede llevar a cabo si la cámara está guardada en el cajón porque ocupa y pesa mucho como para llevarla siempre a cuestas y solo se saca cuando uno se va a ir de vacaciones y en los actos sociales (cumpleaños, comuniones, bodas y reuniones de amigos). Muy poca gente está dispuesta a llevar consigo la réflex cuando va a la playa, cuando sale a dar una vuelta, cuando va al trabajo o para ir a tomar un café y acaban perdiéndose atardeceres espectaculares, localizaciones peculiares y momentos irrepetibles por no llevar la cámara encima. Al final, muchos amigos míos acaban diciendo “no veas la foto que había la otra tarde cuando estaba tomando un café en una terraza”, y cuando les digo que me enseñen la foto me dicen que es una pena que no tuvieran la cámara encima para captar ese momento único.

Canon Powershot S95

Pasados varios meses, a algunos les suelo preguntar que cómo van con el tema de la fotografía y la respuesta en el 90% de las veces es “pues no la utilizo mucho, allí la tengo en la casa, solo la saco para el cumple de los niños y cuando vamos de vacaciones; ya sabes, es que es un engorro ir siempre cargando con la cámara para luego hacer una o ninguna foto interesante”.

A los que el gusanillo de la fotografía les ha pegado fuerte también les recomiendo que empiecen con una compacta avanzada y que expriman todo el potencial que tiene la cámara y su creatividad antes de dar el paso a un sistema réflex. E incluso en ese momento se debería valorar los pros y contras para elegir lo que mejor se adapte a tus necesidades.

Panasonic DMC-LF1

Cuando hago esta recomendación, todos siempre me contestan lo mismo “yo quiero algo más bueno, que haga mejores fotos”, yo sonrío y les contesto “si eso fuera así de fácil me compraría las botas de Messi y las de Ronaldo y ganaría millones jugando al futbol”. La foto está en el fotógrafo y eso solo se consigue viendo fotos de buenos fotógrafos, leyendo y sobre todo haciendo muchas fotos (cosa que una compacta te lo facilitará y una réflex te limitará).

Está claro que las compactas tienen sus limitaciones: peor ergonomía, menos botones de acceso directo, menor velocidad del zoom al ser electrónico y mayor ruido a ISO alto por el menor tamaño del sensor (pero inapreciable en impresiones A3, te lo puedo asegurar). Es una decisión personal donde valorar los pros y contras de las compactas y las réflex para luego elegir la que más se adapte a tus necesidades, pero no desechemos las compactas de antemano, os sorprenderán los resultados.

Panasonic DMC-TZ100

Un tema recurrente es la calidad de la imagen, siempre me comentan que la calidad de la imagen de una réflex es superior ya que tiene un sensor mayor y, es verdad, pero siendo sinceros ¿Cuántas veces has impreso una foto a un tamaño mayor a un A3? A no ser que seas un profesional que imprimas a grandes tamaños, la calidad de una compacta de hoy en día es muy buena y suele superar nuestras necesidades. Yo siempre he impreso mis fotografías en mi casa en A3 y, utilizando papeles buenos, la calidad de todas mis fotos siempre ha sido muy buena, incluso con mi primera Olympus de 4 Mpx.

Os dejo una galería de mis fotos para que veáis que con una compacta se pueden hacer fotografías “decentes”. Las fotos están en orden cronológico y por modelos de cámaras donde indicaré el sensor y los megapíxeles que tiene.


Olympus C-750 UZ. 4 Mpx y sensor de 1/2.7 “.







Canon Powershot G9. 12 Mpx y sensor de 1/1.7 “






Canon Poweshot S95. 10 Mpx y sensor de 1/1.7 “





Panasonic DMC-LF1. 12 Mpx y sensor de 1/1.7 “




Panasonic DMC TZ100. 20 Mpx y sensor de 1”. Mi última adquisición y con la que todavía no he hecho más de un par de docenas de fotos.



Un flashazo para todos.



2 comentarios:

  1. Buena entrada, me alegra mucho ver alguien que comparte mi opinión y lo dice.
    Parece que si no tienes un "maquinón" no puedes hacer alguna foto decente.
    Un abrazo Jorge

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    1. Gracias Alejandro por tu comentario. La mayoría de las veces es una batalla perdida, mientras importe más la apariencia q la idea artística todo seguirá igual. Además a las grandes empresas de la fotografía les interesa seguir manteniendo esa creencia q comentas. Un saludo.

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