miércoles, 28 de junio de 2017

Los 5 errores más comunes a la hora de configurar la cámara.

Con los años me he dado cuenta de algunos errores que cometen muchos fotógrafos a la hora de configurar sus cámaras, principalmente los que empiezan en este mundo. Muchos de estos errores son discutibles o matizables, pero es bueno que siempre se tengan en cuenta.


1. NO SUBIR EL ISO LO SUFICIENTEMENTE ALTO.

Desde siempre se ha comentado que en fotografía digital hay que llevar el ISO lo más bajo posible. En la época de las primeras cámaras digitales esto tenía gran sentido ya que las imágenes tenían un terrible ruido con ISOs altos. Hoy en día esto ha cambiado por completo. Con las nuevas tecnologías existentes se puede disparar sin problema con ISO 1600, 3200 y 6400 en la mayoría de las cámaras e incluso a ISOs más alto en algunas cámaras de más alta gama. El ruido es mucho menos evidente que antiguamente y, en caso de apreciarse, también es mucho más agradable.

Esto ha provocado un cambio en nuestra manera de disparar. Mientras no haya posibilidad de movimiento de la cámara (montada sobre un trípode) si sigue teniendo sentido mantener el ISO lo más bajo posible para conseguir una imagen lo más limpia posible. Pero si estamos disparando con la cámara en las manos podemos disparar a ISO 400 sin problema a plena luz del sol, a 800-1600 a la sombra y 3200-6400 a medida que va atardeciendo o en interiores. Esto permite utilizar una velocidad de obturación lo suficientemente rápida que compense las posibles sacudidas de la cámara o el movimiento del sujeto que se está fotografiando y, sin comprometer la profundidad de campo al poder utilizar una apertura más cerrada del diafragma.

En la mayoría de los casos suelo configurar la cámara en auto-ISO limitando el ISO superior para que no supere un valor determinado, normalmente 3200 ISO. Prefiero tener una imagen con ruido que conseguir una foto movida. 


2. USAR UNA VELOCIDAD DE OBTURACIÓN DEMASIADO LENTA.

Para compensar el movimiento de cámara cuando la sujetamos a pulso, la velocidad de obturación tiene que ser como mínimo la misma fracción de segundo que la longitud focal de la lente. Por lo tanto si tienes montado un objetivo de 50mm, la mínima velocidad a la que se debería disparar es a 1/50 seg. para asegurarte que la imagen saldrá nítida. Si utilizar un teleobjetivo de 300mm, la velocidad será como mínimo de 1/300 seg. Esto se debe a que los pequeños movimientos que transmitimos nosotros mismos a la cámara (pequeños temblores, respiración e incluso el movimiento provocado por accionar el disparador) provocan vibraciones en la cámara que son más acusadas a medida que la longitud focal es mayor. Actualmente, con las nuevas tecnologías de estabilización de imágenes, se puede conseguir velocidades de obturación más lentas con resultados nítidos, pero todo tiene su límite.


Para sujetos en movimiento, se necesita una velocidad de obturación lo suficientemente alta para que salgan nítidos. Depende de la velocidad del objeto a fotografías se deberá elegir una velocidad de obturación mayor o menor. Como punto de referencia se puede empezar practicando con los valores de la siguiente tabla.





3. NO USAR LA COMPENSACIÓN DE EXPOSICIÓN (+/-) O UTILIZAR EL MODO DE MEDICIÓN INCORRECTO.

Si estás utilizando el modo de prioridad de velocidad o de prioridad de apertura, la compensación de exposición te será muy útil, sobre todo con escenas de iluminación difícil. El fotómetro de la cámara intentará siempre cuadrar las luces y sombras para que se adapten a un gris medio. En tomas de escenas uniformes se suele comportar de manera adecuada, pero cuando hay gran cantidad de tonos oscuros o blancos tiende a errar convirtiendo los blancos en grises (subexponiendo la toma) o los negros también en grises (sobrexponiendo la toma). Por ejemplo, en escenas con nieve deslumbrante o un cielo muy brillante, el expositor de la cámara tiende a subexponer la imagen porque entiende que al sensor le está llegando un exceso de luz y querrá compensar esto cerrando el diafragma o aumentado la velocidad de obturación. Ocurrirá lo contrario si estás fotografiando en un callejón oscuro. Lo que conseguirá la cámara es que el blanco de la nieve salga gris subexponiendo la imagen y que las partes totalmente negras del callejón también salgan gris sobreexponiendo la imagen.


Para contrarrestar esto la mejor herramienta que podemos usar es la compensación de exposición. Esta herramienta también es útil en contraluces, en fotos donde aparecen varios puntos de luces brillantes y sombras oscuras y cualquier escena donde existan grandes contrastes.



En relación con esto hay que tener en cuenta que existen tres modos principales de medición: evaluativa (o matricial en algunas cámaras), ponderado al centro y medición puntual. En la medición evaluativa la cámara realiza una medición de toda la escena y saca un valor medio. En la medición ponderada al centro la cámara realiza una medición del punto de enfoque y de una pequeña área a su alrededor. En la medición puntual la cámara solo mide la luz del motivo enfocado. Personalmente el modo evaluativo casi nunca lo utilizo por ser la zona donde se mide la luz demasiado amplia. El que más utilizo es el ponderado al centro con lo que me aseguro que el motivo fotografiado tendrá la luminosidad adecuada pero teniendo en cuenta lo que está cerca de él y de vez en cuando utilizo la medición puntual, sobre todo cuando hay grandes diferencias de luminosidad entre el objeto fotografiado y el fondo en el que se encuentra.


 



4. NO TENER EL PUNTO DE ENFOQUE CORRECTO.

Algunos fotógrafos dejan el punto de enfoque de manera automática y que sea la cámara quien decida qué enfocar. Esto es una mala idea ya que gran parte de las veces la cámara se equivocará y enfocará lo que no nos interesa, arruinando la fotografía. Es importante tener el control sobre el punto de enfoque antes de pulsar el disparador.


Otro punto a tener en cuenta es la profundidad de campo del objetivo que utilizas. Es común en muchos fotógrafos que, cuando se consiguen una focal fija con una apertura grande (f1.4 ó f1.8) suelen disparar desde el primer momento con esa apertura máxima simplemente porque pueden. En algunas situaciones esa apertura es muy útil, pero hay que tener en cuenta que la profundidad de campo disminuye sustancialmente con esas aperturas tan grandes y el motivo fotografiado puede salir desenfocado.


Si estas fotografiando con muy poca profundidad de campo hay que asegurarse que el enfoque es perfecto en el lugar adecuado. A la hora de realizar un retrato con aperturas muy grandes existe la posibilidad que enfoques en la nariz y te salgan los ojos desenfocados. En resumen, o eres muy cuidadoso con el enfoque o cierras un poco el diafragma para que salga todo el rostro enfocado.



5. USAR LA ESTABILIZACIÓN DE IMAGEN DE LA CÁMARA U OBJETIVO CUANDO SE UTILIZA UN TRÍPODE.

El estabilizador de imagen del objetivo o de la cámara hará que tus fotografías salgan más nítidas cuando disparas a pulso. Sin embargo, el propio funcionamiento del estabilizador de imágenes genera una pequeña vibración que contrarresta él mismo cuando las velocidades de obturación son lentas, pero cuando las velocidades de obturación son muy lentas y la cámara está totalmente quieta en un trípode esa pequeña vibración de escaneo continuo del sistema provocará que la imagen no salga completamente nítida.



CONCLUSIÓN


Aunque existen muchísimos más aspectos a tener en cuenta cuando se toma una fotografía, si tienes en cuenta estos cinco errores conseguirás ir mejorando poco a poco.

Un flashazo para todos.


Via: DPS

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